Esta línea de investigación se inscribe en el análisis de las transformaciones político-institucionales que atraviesan las nuevas formas de regulación y desarrollo de los procesos de gestión de la política pública así como las nuevas dinámicas sociales que se disparan a partir de las formas que adquiere la articulación Estado – Sociedad civil en ello. En este sentido, las nuevas orientaciones y concepciones que las políticas sociales asumen a escala regional, la (re)configuración de nuevos actores y de nuevos o renovados mecanismos de participación ciudadana en la gestión pública y, los procesos de desarrollo y formas de participación que de ellos se desprenden, son algunos de los ejes que conforman esta propuesta analítica.
El cambio de modelo de desarrollo, reflejado en la reconfiguración del rol del Estado en el abordaje de lo social, así como en la creciente incorporación de nuevas demandas sociales en la agenda pública, exigen al Estado y a los gobiernos departamentales, redefinir su intervención desde una perspectiva territorial. En efecto, la participación no sólo del Estado en la delimitación y satisfacción de necesidades colectivas, abre paso a modalidades participativas dirigidas a fortalecer el protagonismo de la sociedad civil y del “ciudadano de a pie” en el abordaje de la cuestión social desde una lógica territorial.
En la década de los noventa, en una coyuntura caracterizada por una política de ajuste y retracción del Estado que afectó a los sectores de más bajos ingresos, emergen con fuerza debates en torno al rol que éste debe desempeñar en los procesos de consolidación de las democracias, adquiriendo especial relevancia aspectos tales como la descentralización, la gobernanza y la gestión local, entre otros. La situación de América Latina y de Uruguay en particular, requiere repensar la política pública desde una perspectiva que procure la complementariedad entre políticas económicas y sociales; entre políticas de integración y de inserción; de bienestar y de protección.